Monday, March 23, 2015

DE LA VIDA MISERABLE

«¡Pérdida irreparable, Parca fiera!
si unir el hilo roto de sus días,
el hllo roto de los míos yo pudiera,
burladas quedarías. Mas tú, siempre inflexible,
inexorable, confundir no querrías
con la suya mi vida miserable»:
José Fernández Madrid (1789-1830).
médico y poeta colombiano y bolivariano

Es tu vida toda, lo menos miserable,
fiero, inflexible, que conozco. 
Miserable, como un hilo roto,
serán otras vida que ni defienden
de la libertad ni la democracia
sus frutos hermosos: la ciencia,
el libre pensamiento, el desarrollo
creativo y tú defendías hasta la vida
y la salud que la Parca fiera
destroza. Ni una pizca de tu vida toda
es digna de llamarse miserable.

Morillo, el Pacificador te deportó
a España, pero Cuba te dijo:
¡Quédate, danos de tu ciencia
generosa y de tus versos y tu sabiduría!
Danos del oro espirtual de aquella
Fuente fundada en Nueva Granada,
el alimento que enaltece cuando hablas
de victorias de Bolívar en Ayacucho
y Junín y de tus días en teatros
bogotanos donde crearas
indigenismo solidario...

No es hilo / verbo / memoria rota
la que de ti se desprende, hijo
de Cartagena, exaltador del último
Emperador azteca, tú, anticolonialista,
amigo de los generosos Bolívar,
Joaquin Olmedo Andrés Bello, 
Luis Vargas Tejada...
¡No temas a la Parca fiera,
ni llames pérdida irreparable.
miserable vida, tu alma!

06-11-2008

*

A ESTEBAN DE LUCA (1786-1824)

«No es dado a los tiranos
eterno hacer su tenebroso imperio
sobre el globo infeliz»:  Esteban de Luca
(llamado El poeta de la Revolución)

¿Qué hace el invasor aquí?
¿Qué trajo a Buenos Aires que amaneció
oscuro el cielo y las entradas
de puertos bonaerenses
con olor a pólvora y sangre?

Fue una mañana de 1806.
Ingleses que invadieron me quitaron
una dulce canción que tuve en mi boca
y en mis labios y en mi mente
me levantó la rabia y un grito
de batalla: como una épica
de Vicente López o un arpa pedida
que emplaza al brío me aboco
a tiempo de piratas.

Los romántica cantan a sus amores.
Yo, el poeta, emancipo otro clamores
de mi arpa: este heroico 
Buenos Aires, la Marcha Nacional
y las hazañas de victorias 
liberadoras de las huestes gauchas:
el Cono sur vibrante de libertad
con San Martin por Vanguardia

[Esteban de Luca es autor de la letra de Canción Heroica (1810)
adoptada para el Himno Naciomal de Argentina].

*

Wednesday, March 18, 2015

UNIDAD / Del libro Diente y comillo: Epica de la solidaridad

UNIDAD

El primero de los principios
en que cimiento lo que soy
o lo que idealmente somos
es la unidad. Soy lo que se pega
a un origen para no reducirse
miserablemente, fragmentado
en partes dispersas
y en desperdicio de plenitud
y sin raíz de su memoria.

Triste ser brazo tullido.
Triste el candelero sin luz.
Triste el diente ni masca
ni muele el alimento.

Quiero que la primera causa autoexistente
me contenga y apunte hacia mi
con la palabra de amor: Que sea
como la Encia que advierte
a su diente: Me perteneces.
Te necesito, me haces bella,
Me completas, te bendigo.

Por eso me digo Eheieh [y Ahih responde]
que en el Gran Rostro mi mejilla,
tiene a Shin, su letra de los dientes.
Y se toca, mi presencia tiene
con sus dientes y sus labios
quien sonría.

Aun en la diversidad mi petición,
mi credo, es bendita, replicada.
Me satisface la sonrisa del muno
no el desorden, el caos, el olvido.
En la suma de unidad y diversidad,
fundo una ética
Y la armonía perfecta adviene
y el principio me incide.


* Del libro Diente y comillo: Epica de la solidaridad
de CARLOS LOPEZ DZUR


Tuesday, March 17, 2015

j

DIENTE Y COLMILLO: EPICA DE LA SOLIDARIDAD (1)


DIENTE Y COLMILLO: EPICA DE LA SOLIDARIDAD


Con Miranda, el precursor,  Martí y Bolívar,
encedimos luz en candeleros.
Salimos de la latencia de la encia.
Asomamos los dientes a la vida.

Yo, cronista y poeta, vi el mundo.
Candelero de siete brazos
del corazón humano iluminado.
Un brazo era América, nuestra América
Mestiza y Mulata, caribeña y suramericana.

Vi tu diente, raíz con fuerza de vida
en la boca de los siglos y milenios,
y al sonreír, lo advertí: la boca de este mundo
ha de ser bella y su dentadura
suma de las hermosuras…

Y te llamé: Shin, espíritu que anima el crecimiento,
proceso de porvenir para el disfrute,
el polvo sideral re transmutado para el gozo
de las libertades, subvertida dialéctica
con rayos y centellas, mas faena imposible 
que, en su rigor, la anulen  o detengan. 
¿Quién hay con el poder de matar La luz 
y los fuegos de vida? ¡Nadie! ¡Ninguno!

Entonces, vi a los primeros nacidos
para estar en el brazo de América 
y ser el candelero del que hablo
y mi mente se pobló con los patriarcas.
Shin de sagradas patrias unitarias del Mundo,
Shin cotidiana, evolucionaría,
diente de leche de sabios,
porción mística para alimento sólido
que se obtiene y mastica por colmillos
y molares eficientes del espíritu.

2.

Hay fuerza expansiva en movimiento.
Gravedad del primer diente que asoma.
Y activo está el cumplimiento del día.
Shin como el Alba, tu fuego americano,
Tu luz de alianza, tu propósito de vida.
Eres uno de los brazos expansivos
sólo cuando Bolívar te alcanza. 
Shin del Caribe: Martí, Maceo,
Betances, Fidel, Camilo y Guevara,
te dieron adelanto. 

Ahora, asoma tus dientes a la vida.
Enciende las luces que te tocan.
Tu lucha. Salimos de la latencia de la encia.
Y podemos sonreír con dientes sanos
al alimento del Alba.

CARLOS LOPEZ DZUR / PUERTO RICO

*
ש (shin o sin)  es la vigésimo primera letra del abecedario hebreo, asociada al simbolo del DIENTE. La línea de la letra Shin es el movimiento. Nosotros somos semejantes al universo, que está sujeto a un constante movimiento y también estamos sometidos al cambio. Deslizarse en el río del devenir, insertarse en el movimiento incesante del universo es el quid de la existencia; éste es el mensaje esencial de la letra Shin asociada a la historia, 

Shin represente un “diente” como un símbolo de la fuerza vital, del espíritu, de la energía en movimiento.