A DAFNIS
A Dafnis, inventor de
la poesía bucólica
y
promotor del culto a Dioniso;
a
Pan, protector del mundo virginal
De un montezuelo boscoso, posiblemente
ideo frigio, pastor del bosque,
aquel hombre
dafnis con alma de laurel
halló una tarde de verano que el amor
lo hizo ciego, y pensó en ser erómeno
del verso y Hermes lo amaría por eso
en el templo de cualquier montaña.
Y en los campos de laureles
por Apolo fue amado; en abandono de su madre,
criado por ninfas, en juventud, evitador
de bulliciosas multitudes, allende al monte
de Etnia, donde Pan le enseñara el canto
y a tocar la siringa, amar con dulces sonidos
e invocar el pensamiento, oír que la Tierra
conversa desde las vibraciones...
Hay que honrar ese sueño que Pan duerme
cuando está roncando y las bestezuelas
que defiende de las cacerías
son lo que le despiertan... eso enseñan
las Musas, energías de protecciones,
eso deleita a Artemisa,
la misa de las artes en los labios,
en el canto, en la pasión
con las flautas y los dedos.
LA VERDADERA EKLOGUE
Que nadie de tu corazón quite
el extracto de libertad
que el campo da,
verdadera eklogué
y selección de albedrío.
Que nadie te quite la verdadera hermosura
nadie / náyade / nadie / nay-ni ay-ni diez
que vengan como Nomia o Lice
o como Xenea, o la hija de rey que emplaza:
«Dafnis, sé solamente mío,
soy celosa y te ciego si traicionas».
Pues entonces: Ni haya diez ni una.
Que nadie quiera la doncellez
de tus huesos y el extracto de tu alma
porque son églogas que le debes
a los dioses.
*
A REDESCUBRIR LA ARCADIA VERDADERA
Que del escarpado túmulo de Licaónida
sobre esta tumba de Arcade
me devuelva la isla,
con aquella amada solidaria,
con aquel espíritu original donde fundé
mi Hallazgo, mi ética en la verdad
de la Madre Benéfica / Alma parens.
Sin este Pan que se fue a las cumbres del Liceo,
¿quién enseñará las artes de siringa
o las más viejas de cosecha
cuando sea yo quien muera?
¿quién que festeje lo natural, el instinto,
los rústicos misterios, la protección
de las bestias del campo?
Que del escarpado túmulo de Licaónida
sobre esta tumba de Arcade
me devuelva la isla,
con aquella amada solidaria,
con aquel espíritu original donde fundé
mi Hallazgo, mi ética en la verdad
de la Madre Benéfica / Alma parens.
Sin este Pan que se fue a las cumbres del Liceo,
¿quién enseñará las artes de siringa
o las más viejas de cosecha
cuando sea yo quien muera?
¿quién que festeje lo natural, el instinto,
los rústicos misterios, la protección
de las bestias del campo?
LA INOCENCIA TENTADA
Un día, por quedar ebrio, ya engañado,
Aliquis lalet error / algún engaño se oculta,
dijiste Sí a las tentaciones,
cediste a beber del Pozo del Placer
que se reserva a lo Eterno
y nos liberta por el Cuidado Divino
que destina la construcción de lo Habitable.
No ofrezcas ni un sorbo
a la caterva de la esquina,
a la inmediatez de una amante.
Dale nombre... porque la tuviste...
Nomia o Lice, Xena,
Fulanita de Tal,
la putica del cuánto más tanto...
Un día quedaste ciego en la inmediatez
de la materialización, tirado en entorno morante
y dejaste de construir, o erguirte fértilmente
como el Pene de Pan, que cuida su líbido
y es fiel al propósito
la collere / cultura / de los bosques,
la defensa del pájaro cazado
y el ciervo y el conejo y toda liebre
del campo...
... hay un construir que cuida
el mismo crecimiento y sus espasmos y su vaciado
que lubrica el futuro… y en el construir que levanta
algo más que la colcha de lo eterno, Dafnis
tenía Tu prestigio y tu nombre y se elevaba tu pene
incitando una vagina realmente anhelada,
no la que hipoteca tus orgasmos
y te hace des-construir
la particularización de lo que realmente quieres.
Es por eso que ciegan después
de la amenaza, perpetuadores de mala ideología
y sepultureros de los sentimientos.
2. DE LA ARCADIA O LA SICILIA IDEAL
NATURALEZA
IDILICA
y me gustan las palabras como son
rosa y flor y raíces y sol y primavera
y que no sé sobre el por qué me gustaron
las nociones, vegetalmente irruptas,
de lo idílico, debo estar loco:
el mundo es duro como guayacanes
y muros calafateados.
Y hay los que engañan
con la dulce invocación de rosa,
con fragancia de cielo,
gotas de rocío,
sorbos de aromáticas raíces
y hasta con neumas cordiales
que llegan a ciegos velos,
los ojos al soñar, al creer,
por mirar al infinito.
Adoro a la Naturaleza
y, por igual, a cada criatura que es,
no siendo humana.
Y cuando brama la mar bajo los cielos
y cuando brotan las flores y los misterios
de cada semilla, me fascina.
Madre Naturaleza: te personifico
para creerte más en tu vínculo conmigo;
si no tienes corazón, tormenta y rayo,
mar bravo, violento ciclón, amargo sismo,
yo te doy uno; pero sé, mujer, madre,
parturienta, amante en celo...
14-9 1992
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